Por Ramón Colombo/FOGARATE

Cuando alguien me llama “comunicador” siempre respondo: “¡Mire, fresco, más comunicador es usted, carajo!”. Y lo digo porque desde que cayó el régimen trujillista todo delincuente mediático dedicado a la extorsión, la venta de información y secretos comprometedores, siempre se ha identificado como “comunicador” (no “periodista”)…Y estos delincuentes hoy abundan mucho, ciertamente, como denunció el cura Arsenio Ferreras, quien, al llamarles “periodistas”, no sabía que los periodistas somos los más perjudicados en nuestro prestigio por esa fatal delincuencia. (Ojalá que en su próxima homilía Arsenio se disculpe).