Por Neo Carmona

Neo CarmonaLa Federación de Asociaciones de Profesores de la UASD, FAPROUASD, no es un sindicato cualquiera, de verdureros de un mercado, sin formación. Es un gremio que aglutina nada más y nada menos que a profesionales, pensadores, científicos e intelectuales del más alto nivel: 3,108/activos/as y 1,200 jubilados/as. 

La Asamblea General de Profesores/as es el máximo organismo de dirección de la FAPROUASD y su rol ha sido secuestrado por un organismo de dirección menor que sin hacer las consultas en sus respectivas asambleas de facultades, recintos, centros y subcentros tomaron la decisión nefasta de no iniciar el presente semestre 2017-10, decisión esta que por su trascendencia y peligrosidad para el bienestar e imagen pública de la academia, y de los docentes, debió ser seriamente debatida en la Asamblea General.

De esta forma los directivos de la FAPROUASD se ponen al margen de la institucionalidad del gremio que se supone deben preservar, secuestran el derecho de los/as docentes de expresarse sobre lo que mejor les conviene tanto a ellos/as como a la Universidad Primada de América y ejercen una representación abusiva e irresponsable.

Esta acción perversa ha concitado el rechazo de todos/as los/as docentes, siendo sólo defendida en espacios de debates por el presidente del gremio y su bocina autorizada.

Con esta aptitud, que los/as docentes van a derrotar al auto convocarse en Asamblea General próximamente, la dirección del gremio le hace un flaco servicio a su institucionalidad, a la sociedad, a la UASD, a más 200 mil estudiantes y, peor aún, a sus afiliados al exponerlos al escrutinio público y la vergüenza.

El autor es estudiante y servidor universitario