POR LUIS D.SANTAMARIA /Mi observatorio

luis santamaria articuloEl doctor Guido Gómez Mazara no acaba de convencerse de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) no hará nada para hacer prevalecer sus derechos conculcados por Miguel Vargas y el grupito de renegados que se ha apoderado del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Todo el mundo sabe que la conformación del TSE es obra de Leonel Fernández y que los jueces que lo conforman tienen un compromiso con éste de actuar conforme a su interés que no es más que la de destruir o reducir a su mínima expresión al partido blanco.

No hay que ser clarividente para darse cuenta de la existencia de un plan macabro para destruir al PRD y para ello han utilizado a Miguel Vargas como conejillo de india, tal y como ha estado sucediendo en esa organización política.

El plan se inició con la expulsión sumaria avalada por el TSE sin darle la más mínima oportunidad a la defensa de los principales dirigentes altos, medios y de bases del partido blanco encabezados por Hipólito Mejía y los demás líderes de la organización.

Luego siguió con la eliminación del padrón de militantes de miles y miles de perredeístas que toda su vida han militado en esa organización política y que concluyera con la celebración de un simulacro de convención en la que participaron los adeptos a Miguel Vargas.

El pobre Guido Gómez Mazara creyendo en que sus derechos serían respetados se prestó a seguirle el juego al grupo de renegados que se ha apoderado del PRD y participar en el simulacro de convención en que estuvo a punto de ser muerto.

Al amigo Guido Gómez Mazara no le han valido de nada  sus argumentos legales llevados antes el TSE porque lo tienen de relajo siempre fallando a favor del “brutometro” como ha llegado a definir el joven político a Miguel Vargas.

Ahora yo lo que me pregunto es que tendrá que hacer Guido Gómez Mazara para que se les reconozcan sus derechos y qué instancia legal  en este país está en condiciones de emitir una sentencia a favor del joven dirigente político.

El autor es periodista. Reside en Monte Plata