Por Luis D. Santamaria/Mi observatorio*

He visto con asombro como algunos han planteado como parte a la búsqueda de soluciones a la inmigración haitiana hacia nuestro país el de castrar a las parturientas haitianas que vienen a parir a los hospitales dominicanos.

Otros han planteado el que se le cobre la llamada cuota de recuperación como forma de desincentivar que las mujeres haitianas indocumentadas prefieran burlar los controles fronterizos y se arriesguen a venir al país a alumbras en nuestros centros asistenciales.

Lo ideal sería que las autoridades dominicanas se esfuercen un poco en hacer más efectivos los controles fronterizos para evitar que las mujeres haitianas indocumentadas logren burlar las vigilancias y lleguen hasta los hospitales dominicanos a parir.

El caso no es tan sencillo porque el desorden generalizado a todos los niveles que existe en nuestra frontera no permite tener un control efectivo de los indocumentados que diariamente cruzan de un lado a otro, no solamente haitianos sino de diversas nacionalidades.

Usted se imagina la gran cantidad de mujeres haitianas indocumentadas que hay en República Dominicana, la mayoría ejerciendo la prostitución y embarazándose para alumbrar gratuitamente en nuestros hospitales algo que debe ser controlado por las autoridades.

Las autoridades de migración deben apresar y devolver a su país a todas esas mujeres haitianas indocumentadas que degradan la sociedad dominicana mediante la prostitución y promiscua forma en que la ejercen, con el consiguiente peligro de la proliferación de enfermedades infecto contagiosa, como el Sida.

Toda parturienta indocumentada haitiana que asista a nuestros centros asistenciales a parir debe ser responsablemente castrada y evitar así el problema que esta falla de las autoridades ha causado a la sociedad dominicana.

*El autor es periodista. Reside en Monte Plata