Por Milton Olivo*

Cristóbal Colón y su conquista, es el origen o raíz de la miseria en RD. La conquista, es un lindo término para definir el atraco colectivo a que fueron sometidos los indios claros e indios oscuros, o sea los Tainos y sus descendientes, hasta hoy.

En qué consistió la denominada “conquista”; en despojar a los nativos de sus tierras, y todos sus bienes, para el grupo invasor apropiárselo. Empobreciendo al resto. Que es la realidad que arrastramos en los últimos 500 años.

Al grupo de los empobrecidos, además de los nativos Tainos, se le sumaron los negros que fueron traídos para ser esclavizados, y los blancos pobres traídos por los conquistadores como sirvientes.

Y esa apropiación y concentración de la riqueza por un grupo, y su lucha por mantener sus privilegios, y la lucha de los despojados, ha sido la turbina, o la clave que da sentido a la historia dominicana desde 1492.

En 1822, el grupo privilegiado encabezado por Núñez de Cáceres, toma el poder y desconoce la autoridad de España. Y declaran la llamada “independencia efímera”.

Fue, crear una República esclavista. Ante el descontento que se arma entre los sectores esclavizados y empobrecidos, deciden entregar el país a Haití, a cambio de que sean sus sicarios, para mantener su concentración de la riqueza.

Por eso vemos a Núñez de Cáceres entregando la llave de la ciudad a Boyer en la puerta del conde en 1822. Y a partir de ahí, compartir el gobierno con ellos, y entre los colaboradores más leales a los haitianos se encuentra Tomas Bobadilla.

Los Trinitarios, era un grupo de jóvenes idealistas de la clase media descendientes de españoles. Francisco del Rosario Sánchez, era cabeza de otro partido, de los empobrecidos, que ha sido borrado en la historia, y que fue quien ejecutó la obra de la independencia. Duarte estaba en el extranjero hacía más de un año. Santana, hatero, representaba a los privilegiados o descendientes de los conquistadores, los dueños de la tierra.

En 1843, los Trinitarios, con Duarte a la cabeza, fueron expulsados del país. Quien prepara la acción del 27 de febrero y la encabeza es Francisco del Rosario Sánchez. Y de ahí la reacción del golpe de Estado a Sánchez por Pedro Santana. Que no era más que una expresión de la lucha de clase, en su temor de que sus privilegios fueran reducidos.

La lucha de clase, de un sector que concentra toda la riqueza, buscando mantener sus privilegios, y evitar que el poder pase a manos de grupos que puedan reducirlo o intentar ejecutar un proyecto de redistribución de la tierra, que era la representación de la riqueza.

Y eso explica la Anexión de 1861, 17 años después de la independencia abortada por Pedro Santana. Que fue la entrega del territorio a España, por el mismo grupo encabezado por Pedro Santana, a cambio de que España desembarca 30 mil soldados, les garantizara su propiedad y compartiera el gobierno con ellos. Lo mismo que habían hecho con los haitianos.

Dos años después en 1863, cansados de la discriminación, la opresión y tiranía de los españoles y sus socios locales, asesinando, fusilando y encarcelando defensores del pueblo, a partir del Grito de Capotillo, cuando un grupo de dominicanos deciden declararle la guerra a España para restaurar la Republica, vemos las provincias una por una, día tras día, expresar su apoyo a la causa restauradora y lanzarse a la guerra.

Dos años después, en 1865, gana el pueblo Restaurador la guerra. A costa de decenas de ciudades incendiadas, 18 mil españoles muertos, más de 5 mil dominicanos muertos, los hacendados del partido de Santana, que habían luchado junto a los españoles, con miedo al pueblo, se van junto con los españoles.

Y a partir de aquí, se da la gran traición de Gregorio Luperón, (por estupidez, ingenuidad o humanidad) cuyos efectos los sufrimos hasta hoy. Los que se fueron con los españoles, eran los propietarios de la mayoría de las tierras. Estas tierras, en vez de ser apropiadas y repartidas entre los soldados restauradores, el presidente Gregorio Luperón, decidió protegerlas a los propietarios, y luego les permitió regresar y entregárselas.

Y estos, que habían perdido el poder político, de nuevo con el poder económico, rescataron el poder político inicialmente con Buenaventura Báez, con Lilis, Trujillo, y retomaron el control hasta el día de hoy.

Y eso explica el resto de nuestra azarosa historia cuyas columnas son represión, corrupción, impunidad y crímenes. Cuyas pinceladas son; el golpe de Estado a Juan Bosch, que era un gobierno popular. La revolución del 1965, la posterior invasión de los EEUU, que era una repetición de lo sucedido en 1822, 1961, y 1916.

Que impulsó a Luperón a proteger los derrotados, y perder la oportunidad de beneficiar a sus desposeídos soldados, entregándole las tierras de los derrotados, lo que habría fortalecido el gobierno Restaurador y no hubiese fracasado y desalojado del poder después de tantas batallas. Y creo, que ahí nace la raíz de la frustración de la población en los cambios políticos.

Los zarpazos contra la población iniciados con la conquista, no han terminado, la privatización de las empresas públicas, fue el último, parte del proceso continuo de concentración de la riqueza y empobrecimiento de la población, la cultura básica de la clase privilegiada desde la llegada de Colón.

Si el grupo privilegiado, no asume conciencia de las consecuencias históricas de la concentración de la riqueza, y se enfoca en impulsar y liderar un proyecto nacional de desarrollo, que erradique la miseria, el atraso y el subdesarrollo, posiblemente sea la causa de la repetición de su exilio de 1865. ¡Sin esperanza de perdón! Y la invasión haitiana, creo será el detonante.

*El autor es Escritor e historiógrafo
Presidente Partido Quisqueya Potencia
Milton.olivo@gmail.com