Por Genris García
SANTO DOMINGO.– Cientos de devotos de San Miguel Arcángel se dan cita, desde las primeras horas de este lunes en el principal santuario de adoración de esa divinidad, ubicada en el barrio del mismo nombre, en la zona Colonial de la capital dominicana.
Los servicios religiosos oficiales iniciaron a las 6:30 de la mañana en la iglesia San Miguel, mientras en el parque y sus alrededores, muchos devotos ataviados con pañuelos rojos y verdes, improvisaron altares.
Personas de distintos extractos sociales llegan con ofrendas para el patrón del Ejército de la República Dominicana.
En toda el área ha sido desplegado un cordón de seguridad por agentes de la Policía Preventiva en prevención de incidente.
En la víspera se reportaron riñas en las inmediaciones del parque que dejaron varias personas heridas. La identidad no fue posible obtener.
A la primera misa de la mañana acudieron decenas de personas, especialmente de la vecindad que asistieron al acto religioso antes de irse a sus trabajos, centros de estudios o antes de que se masificara la asistencia.
Al parque, ubicado frente a la iglesia llegaron grupos de paleros que vienen todos los años para rendir cultos a San Miguel con la música de sus rudimentarios instrumentos.
Fray Kelvin, de la Iglesia San Miguel dijo que dependiendo del comportamiento de la gente, este lunes sacarán la efigen de San Miguel para la procesión que recorre varias calles del entorno.
San Miguel es conocido también como Belié Belcán, en la religiosidad popular que es adorado con ofrendas, toques de palo y canto de salves en campos y ciudades del país.
San Miguel es venerado por su espíritu combativo del mal, acabar con los enemigos y limpiar los caminos de cualquier obstáculo.
La Iglesia católica lo considera como patrono y protector de la Iglesia Universal y lo considera como el primero de los siete arcángeles, junto con Gabriel, Rafael y Uriel.
El tocará la trompeta el día del arrebatamiento (1° Tesalonicenses 4, 16), y es el encargado de frustrar a Lucifer o Satanás, enemigo principal de Miguel por ser el arcángel de los ángeles caídos o del mal [1] (Apocalipsis 12:7).
San Miguel es representado como un ángel con armadura de general romano, amenazando con una lanza o espada a un demonio o dragón.
La veneración del arcángel Miguel en el cristianismo se basa en su mayor parte en lecturas del Nuevo Testamento y adoptando las que se refieren a él en el Antiguo. Precisamente en el Apocalipsis se lee:
«Hubo un gran combate en los cielos. Miguel y sus ángeles lucharon contra el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya lugar en el Cielo para ellos. Y fue arrojado el Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él.» (Apocalipsis 12, 7-9).
Las celebraciones del Día de San Miguel se llevan a cabo en distintas comunidades del país, dónde además de toque de palos, salves, comidas, ofrendas, misas procesiones, muchos se dan sus borracheras ataviados con vestimentas rojas, verdes y amarillas.