SANTO DOMINGO, RD.- La Unidad de Salud Mental del hospital doctor Francisco Moscoso Puello ha brindado asistencia a 3,612 ciudadanos durante la pandemia del coronavirus.

Reveló que los pacientes que fueron vistos en consultas, en emergencia de Psiquiatría, y en el área de Psicología.

Los datos de la Unidad registran que 1,577 pacientes recibieron atención médica por el área de Urgencias/Emergencias, y 1,237 por consultas, ambos del área de Psiquiatría, mientras que, de Psicología, 798.

«La pandemia ha aumentado la incidencia de ciertos trastornos como son los relacionados con la ansiedad, esta ansiedad que responde a la incertidumbre al futuro, las preocupaciones económicas, de salud, hacia los seres queridos vulnerables y por los trabajos que han ido desapareciendo o que están a punto de perderse», así manifestó la encargada de la Unidad de Salud Mental del hospital doctor Francisco Moscoso Puello y jefa del servicio de Psiquiatría, Anya Alcántara, esto en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, un día como hoy, 10 de octubre.

La profesional de la conducta explica que el Moscoso Puello, desde el inicio de la pandemia no ha detenido el servicio de salud mental a las personas necesitadas.

«Hemos mantenido el flujo de los pacientes que además ha aumentado, hemos seguido dando los servicios de internamiento, urgencias psiquiátricas y de consultas, así como también de auxiliar a los demás departamentos incluyendo la Unidad de Covid, para interconsultar a los pacientes que necesitan en estos momentos la intervención de un terapeuta de la salud mental», declaró la psiquiatra.

La especialista sostiene que son diversos los factores que pueden desencadenar una alteración del estado de la salud mental, entre ellos, el estrés.

La profesional destaca que el núcleo familiar se ha visto afectado por las mismas situaciones del déficit que ha traído el virus, y que todo esto se refleja de una u otra manera en el hogar, lo que puede traer disfuncionalidad, acarreando el deterioro de las relaciones sociales en sentido general.

Explicó que el encierro puede ocasionar alta sensibilidad emocional detonando estados de irritabilidad, ansiedad y estrés.

Destaca que “estos estados emocionales pueden intervenir en la forma de actuar, y hacerlo de manera negativa, esto también por el hecho de verse obligados a compartir el mismo espacio por tiempo prolongado con una o varias personas, lo que puede erosionar la relación de pareja”.

«Esta alteración del estado emocional, sin asistencia terapéutica adecuada como válvula de escape, puede desembocar en la externalización de las frustraciones en forma de violencia en sus diferentes formas entre los distintos grupos familiares», destacó la profesional de la salud mental.