pablo escobar juan pablo escobarSebastián Marroquín, nombre elegido por Juan Pablo, el hijo de Pablo Escobar, para llevar una vida privada, es contundente: agentes de la DEA están inmiscuidos en el narcotráfico y todo lo que conlleva.

«Eso lo han mantenido, pareciera que el fenómeno de los cárteles sólo ocurre de la frontera para abajo. Cada gran ciudad en Estados Unidos tiene su propio cártel, eso te lo garantizo», aseguró durante una entrevista en Radio Fórmula.

«Si no quisieran que haya cocaína cerrarían los grandes fabricantes de químicos que permiten que la cocaína exista, hay una fábrica en EU y otra en Alemania. Tristemente falta liderazgo, de los líderes políticos que tienen que revisar esas políticas», insistió.

Juan Pablo, nombre real del hijo de uno de los legendarios capos del narcotráfico en Colombia, está en México para promover su libro «Pablo Escobar Mi Padre» e impartir una serie de conferencias.

Radicado desde años en Argentina, donde busca llevar una vida normal, dijo que ha aprendido a tomar distancia de las actividades ilícitas a las que se dedicó su padre, sin que eso suponga que no reconozca que ama profundamente a quien le dio la vida.

En el espacio «En los tiempos de la radio», insistió en que su padre no fue abatido, sino que se suicidó ante la persecución que sufría su familia y que a él, como hijo, le hizo ver que esa no era la vida que quería para sí.

El amor que tenía a su padre, subrayó, no le ha impedido ver la violencia que generó, por lo que a través de su libro y conferencia busca generar conciencia en los jóvenes para que comprendan que esa clase de vida no es para imitar, sino para conocerse a profundidad y no repetirse.

A pregunta expresa sobre si es posible erradicar las drogas, Juan Pablo Escobar considera que sí siempre y cuando se empiece «aceptando que esto es un problema de salud pública; los resultados están a la vista».

Incluso su padre, contó, «me decía que valiente es aquel que no la prueba (la droga); él consumió todas, era consciente que vendía veneno».

«Mi padre fue un gran padre y bandido muy peligroso», definió.

Tras lo vivido en primera fila, dijo que ahora su principal objetivo es mostrarles a los jóvenes que «pude ser Pablo Escobar 2.0. Con mi historia quiero mostrarles que se puede elegir, salir adelante a pesar de la adversidad; son lecciones que nos quedan para la vida para aprender que el dinero no compra la felicidad».

«Estoy en contra de que los jóvenes elijan ese camino porque es su autodestrucción, pierdes tu libertad, tu vida. Qué sentido tiene entrar a una lucha en la que pierdes tanto», dijo.

Por TELEMUNDO LOCAL