Por Rafael Peralta Romero/Voces y ecos

rafael peralta articuloLos feminicidios son una plaga insoportable. A todos nos tienen preocupados. No hay razón para que una persona se arrogue el derecho  a privar de la vida a otra, sea hombre o mujer.  Solo para liberar a un pueblo de la tiranía y la opresión podrá justificarse el uso de la fuerza. Se trata de un  “estado de necesidad”.

La violencia debe ser causa de  preocupación en toda sociedad.  En la nuestra se  hace énfasis en la violencia de género, que es definida  como una acción  física o psicológica ejercida contra cualquier persona  en función de su sexo.  Pero en República Dominicana,  esta denominación recae en actos  contra la integridad de la mujer.

Los hombres matan mujeres  y se lleva un conteo de las víctimas. Hombres matan hombres y mujeres matan  mujeres y hombres.  Resulta innegable que los hombres son los sujetos más frecuentes del crimen y son también los casos  más habituales de pérdida de la vida a manos de otro ser humano. Estas estadísticas no se publicitan.

Que mujeres maten  a sus maridos en connivencia  con amantes, que otras maten niños, sus propios hijos,  no deja  establecido que las mujeres sean violentas y  más propensas al crimen. La Procuraduría anuncia  un  Plan Nacional contra la Violencia de Género que  me luce se ocupará de la violencia hacia la mujer.

Se precisan  esfuerzos por evitar la violencia. Violencia doméstica, violencia de calles y violencia de Estado. En este momento la peor  violencia es la de calle. Gente  buena que muere a manos de los malditos delincuentes  que dominan la geografía nacional como  la “peste que acecha en las tinieblas y la plaga que devasta a pleno  día”.

Por igual, truhanes  choferiles  aplican violencia en la competencia por las rutas. El pasajero, la parte débil,  sufre las consecuencias.  ¿Qué decir de la violencia del narcotráfico? Esta gente realiza libremente  sus negocios, no solo por soborno a autoridades, sino también por terror a testigos. Muchos han perecido por ver y hablar.

 La contratación de sicarios (letrinas  andantes) para matar personas,  sin duda el más   repudiable tipo de violencia, ha penetrado entre nosotros con fuerza suficiente. Aunque  esa   maleza ha encontrado  aquí terreno  para crecer, no se escucha ni se ve hablar de planes para combatirla. El discurso se queda en la violencia de género.

Hace  falta un control efectivo de la violencia. Sacarla de entre nosotros. Me refiero a la violencia contra la  mujer, violencia contra los niños, violencia contras los hombres. Los esfuerzos dirigidos a combatir la violencia no pueden hacer excepción. Lo urgente es erradicar la violencia, sin adjetivo. Erradicar la violencia de todo género.

rafaelperaltar@gmail.com