Por Leonardo Cabrera Diaz

Como no soy poeta
Ni de serlo hago presunción
Le escribo estas palabras
Así, sin ton, ni son.

Por eso no me oirás decir en mi clamor
Qué te amaré a la luz de la luna
Porque para amarle,
Toda hora sería oportuna
Sin importar que afuera está nevando,
Si fuerte sopla el viento,
Que haya un frío horrendo
O nos arrope el obtuso manto
de una noche oscura.
Si en el tejado no se escucha la lluvia
Nada de eso me preocupa
Yo solo quiero darle mi amor

Qué importa si el sol está radiante
Con calor horrible y sofocante
O que al amanecer el gallo ya no cante
Que el hombre no apuesta a la paz,
Y prefiera la guerra
O que el cielo se cubre de niebla
Y estrellas no se viera ninguna
No tiene Importancia alguna
Yo solo quiero darle mi amor

Sería inmensa la dicha
Y sinigual mi fortuna
Si Dios me bendijera
Con o sin cita previa
la ocasión me concediera
En la que al fin ella entendiera
La fuga en que yo estoy
Que hasta la vida diera
Por darle amor…
Amor a manos llenas.

Con Dios siempre, a sus pies.