Por Leonardo Cabrera Diaz
Son tantos los te quiero
Y los innumerables te amo
Que por ella llevo dentro
Que ante el mundo hoy confieso
Que, en mí, ya no queda espacio
Ni lugar en mi cuerpo
Que a ella no huela,
O tenga su aliento
La veo cuando cierro los ojos
Cuando abiertos los tengo
En todo cuanto hago
Está clavada en mi mente
Es mi ahora, mi siempre
Día y noche la pienso
En mi corazón tatuado
Su nombre llevo impreso
Ya de tanto amarla
Deliro y devaneo
Pierdo el tino, el sano juicio
Y en medio del desquicio
Todo vuela en mi cabeza
Y siento caer al precipicio
No exagero, falta poco
Solo tenerla es mi objetivo
Y tanto de ella, yo preciso
Que a volverme loco estoy propinco.
Con Dios siempre, a sus pies.