Por Valentín Ciriaco Vargas

Papa Formoso
(Roma, 816-896)
Fue el Papa número 111 de la Iglesia Católica, ejerció de 891 hasta 896.

Donald Trump
(Estados Unidos, 1946-)
Fue el presidente número 45 de Estados Unidos, ejerció de 2017 hasta 2021.

Analogía con la situación de los demócratas en EE.UU. y el expresidente Donald Trump.

Establecer una analogía entre el Papa Formoso y la situación de los demócratas en Estados Unidos y Donald Trump puede ser interesante, aunque hay que tener en cuenta que las diferencias de contexto histórico, político y cultural son significativas. A continuación, se exploran algunos puntos de comparación y contraste:

Analogía

1. Inestabilidad y conflicto

El Papa Formoso: Su pontificado se produjo en una época de gran inestabilidad política y conflictos de poder, tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica.

En EE.UU.:
Los demócratas y Donald Trump han polarizado la política estadounidense, generando serios conflictos en los últimos años, especialmente durante la presidencia de Donald Trump y en los eventos subsecuentes.

2. Juicios y acusaciones

El Papa Formoso: Fue sometido a un juicio póstumo por sus enemigos políticos, quienes buscaban desacreditar su pontificado y sus decisiones.

Donald Trump: Ha enfrentado múltiples juicios políticos y de otra índole. Durante su presidencia, fue objeto de dos juicios de impeachment promovidos por los demócratas, quienes lo acusaron de abuso de poder e interferencia en la justicia. Además, después de dejar la Casa Blanca, Trump se ha enfrentado a más de 90 cargos en varios casos, que van desde fraude financiero hasta la manipulación de documentos clasificados y la interferencia electoral.

3. Lucha por el poder

El Papa Formoso: Su pontificado estuvo marcado por la lucha entre distintas facciones por el control de Italia y el Sacro Imperio Romano.

En EEUU:
La lucha entre los demócratas y Donald Trump se enmarca en la competencia por el control del gobierno federal y la dirección política del país.

Contrastes

1. Contexto histórico

El Papa Formoso: Vivió en el siglo IX, en un contexto de fragmentación del poder político y la ausencia de un estado-nación moderno.

En EEUU:
La rivalidad entre los demócratas y Donald Trump se desarrolla en un contexto de democracias modernas, con instituciones establecidas y mecanismos legales complejos, y en medio de serios conflictos internos e internacionales.

2. Naturaleza de las acusaciones

El Papa Formoso: Las acusaciones en su contra fueron, en gran medida, de naturaleza eclesiástica y canónica, basadas en leyes y tradiciones de la Iglesia Católica.

Donald Trump: Las acusaciones en su contra son de naturaleza política y legal, relacionadas con el ejercicio del poder presidencial y la política interna y externa de los Estados Unidos.

3. Resultados y consecuencias

El Papa Formoso: Su juicio póstumo fue un evento singular y altamente simbólico que no tuvo precedentes claros ni continuaciones directas.

Donald Trump: Los juicios políticos forman parte de un proceso constitucional en los Estados Unidos y pueden tener consecuencias electorales y legales concretas.

Conclusión

i. Si bien existen algunas similitudes en términos de conflicto y luchas de poder, las diferencias en contexto y naturaleza de los eventos son notables. Las analogías pueden ayudar a iluminar ciertos aspectos de las situaciones, pero siempre es importante considerar las particularidades y limitaciones de cada caso.

ii. Los demócratas de Estados Unidos no escatimarán esfuerzos hasta lograr que los tribunales emitan una sentencia condenatoria contra el expresidente Donald Trump, sin importar las veces que haya sido presidente de la unión, aunque para ello sea preciso extraer su cadáver del sarcófago o fosa donde se encuentre.

Nota:

En enero del 897, el cadáver del papa Formoso fue exhumado, vestido con vestimentas papeles y sentado en un trono para juicio en la Basílica de San Juan de Letrán, Fermoso fue declarado culpable de haber usurpado el papado. Sus decretos fueron anulados, su cuerpo despojado de sus vestiduras papales, le cortaron los tres dedos de la mano derecha y finalmente fue arrojado al río Tíber.