Por Ramón Colombo/FOGARATE

Hace unos días estuve en el mejor muro fronterizo, que es excelente por su solidez y su altura, de unos 15 metros en cada una de sus numerosas columnas. Todos los días llegan a este muro unos doce mil haitianos. Pero no lo cruzan…ni les interesa. Llegan desde antes de las ocho de la mañana y permanecen allí hasta las cinco de la tarde, cuando, alegres y conversadores, se van para sus casas, en Haití. Ojalá que ese excelente muro de trabajo y progreso, situado entre Ouanaminthe (Juana Méndez) y Dajabón, se extienda a lo largo de toda la frontera. (Ese muro se llama Codevi).